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Salomón Kaplan

6 de Agosto 1922, Rovno, Ucrania

 

Infancia

Salomón vivía con sus padres y su hermana en Ucrania. La guerra para su familia empezó con la llegada del primer bombardeo en Rovno (Rivne) el 12 de noviembre de 1941 en donde su madre perdió la vida por un ataque al corazón.

Fue parte de la juventud comunista en su ciudad. Allí su hermana conoció a un alto oficial ruso, Isaac Rosenver, con el que se puso de novia. Al llegar la noticia del avance alemán, Salomón habló con Isaac, para que él lo pueda trasladar a un lugar más seguro.

 

Camión

Salomón subió al camión que Isaac pudo facilitarle. El padre le dio un poco de dinero más la que conservaba de su trabajo como supervisor de un supermercado. La gran facilidad de aprender nuevos idiomas más los que ya poseía fue su carta principal para poder sobrevivir a lo que le sería impuesto de aquí en más.

El destino era una ciudad de Rusia central. Su padre le aconsejo que al llegar entregue todo el dinero ya que en dos semanas la guerra iba a terminar. Vivió allí unos pocos días, se registró en la municipalidad e inocentemente entregó todo su dinero, sin saber lo que iba a pasar luego.

 

Guerra

Su altura y capacidades no eran aptas para ir al frente, razón por la cual fue trasladado a un colegio militar con 17 años. Sus trabajos consistían en realizar tareas de oficinista. El antisemitismo lo vivió cada día y cada noche. En un examen físico sufrió maltrato por parte de unos soldados pese a su condición de judío. Estos le taparon la salida de oxigeno de la máscara provocándole problemas respiratorios. Su situación se puso grave y lo llevaron a un hospital donde se contagió de tifus.

 

Invierno

La nieve cubría todo lo que había, el frio era intenso y había que tener con que abrigarse. Luego de curarse fue trasladado a Siberia para ser supervisor en una fábrica de pan ya que tenía conocimientos en el idioma. Sus jefes eran judiós y a través de ellos se enteraba lo que pasaba en el frente.

 

Vuelta

Al finalizar la guerra, sabía que su pueblo había sido masacrado y que no quedaba nadie de su familia. Un amigo le insistió para que vuelva a Ucrania. El Joint estaba instalado en varias ciudades de Europa y a través de ellos logró regresar.

El regreso tenía  como condición el pasó por Polonia. Se habían enterada que el tren anterior a ellos había sido reventado por los mismos polacos. Viajaron sin hablar, mirando al piso todo el viaje. Se bajaron en una ciudad llamada Opole, parte alemana, donde se organizó un Kibutz con una gran quinta, chanchos, campos y se auto organizaban. A él le toco el puesto de organizador de trabajadores.

 

Sueltos

Salomón sabía del paradero de varios primos y familiares lejanos dispersos por Europa. Su primer destino fue Italia donde estuvo dos años en un campo de refugiados. Allí permaneció con un primo que decidió emigrar a Italia luego de su estadía, Salomón sin embargo no partió con él y se mudó a Francia donde vivió un año junto con otro familiar.

No se hallaba en ningún sitio y decidió escribirle una carta a su primo de Israel informándole de su decisión de emigrar a la tierra santa. La respuesta de su primo fue reveladora y nuevamente se encontraba sin saber qué hacer. “Querido Shloime, hay tres cosas que tienes que tener para venir a Israel, ser muy idealista, físicamente preparado para poder aguantar la independencia o tener mucha plata. Si estas en estas condiciones te aconsejo que vengas y sino trata de comunicarte con Argentina”

 

Argentina

Salomon no tenia ningún de esos requerimientos y a través del Joint logró ubicar a sus familiares en Buenos Aires. Dos hermanos de su madre y otros dos de su padre habían viajado luego de la primer guerra mundial y antes de que estalle la segunda. Así fue como en el año 1948 emprendió su viaje a la Argentina a través del Joint pasando ilegalmente por Uruguay.  

La Argentina lo recibió con un oficio de corte y confección y a través de eso logro salir adelante.

 

Reconstrucción

A través de su nuevo trabajo y con amigos en común conoció a su esposa. Se casó en 1954, tuvo tres hijos y comenzó a trabajar en la policía federal. Hoy en día tiene 11 nietos. Fue parte de la creación de Sherit Hapelitá, asociación que reúne a los sobrevivientes de la Shoá que llegaron a la Argentina.

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